La sangre del cordón umbilical

Los volantes en el consultorio médico lo ofrecen como uno de los mejores regalos posibles para los futuros padres: un registro en el que amigos y familiares aportan para recaudar unos 2,000 dólares con los que podrán almacenar la sangre del cordón umbilical del bebé por nacer, en previsión de futuras enfermedades.

Ese concepto de un seguro biológico es una posibilidad que la mayoría de las futuras mamás no deben ignorar, dicen las nuevas pautas de los pediatras nacionales que instan a más padres a donar la sangre de los cordones umbilicales de sus bebés para salvar vidas.

Esas normas han sido formuladas en momentos en que el gobierno estadunidense empieza a montar el primer banco nacional de sangre de cordón umbilical, destinado a impedir unas 12,000 muertes anuales, si los bancos públicos logran competir a pie de igualdad con las compañías privadas que ahora almacenan la mayor parte de la sangre de cordón preservada en el mundo.

Esa sangre es rica en células troncales (células madre, germinales o precursoras, según las distintas denominaciones que reciben) -la materia prima que produce la sangre-, las mismas células que posibilitan los transplantes de médula ósea que ayudan a muchos pacientes a sobrevivir ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades.

Pero la sangre del cordón tiene algunas ventajas: estas células troncales jóvenes son trasplantadas más fácilmente a otras personas que la médula ósea, y pueden ser descongeladas rápidamente, con mayor facilidad que encontrar un donante de médula ósea.

Debería haber una cantidad suficiente como para bancos privados y públicos, dice la Dra. Elizabeth Shpall, del Banco M.D. Anderson de Sangre de Cordón Umbilical (M.D. Anderson Cord Blood Bank). Después de todo, se descarta la sangre del cordón de la mayoría de los cuatro millones de nacimientos anuales en Estados Unidos.

El principal desafío consiste en informar mejor al público; y el mayor obstáculo: el reducido número de hospitales que permiten donaciones.

Su propio trabajo ilustra los agudos contrastes socio-económicos de la industria: en el Hospital General Ben Taub de Houston, Shpall encuentra que las futuras madres, en su mayoría hispanas, no sólo no tienen los medios para pagar un banco de sangre privado, sino que muy pocas han oído siquiera que la sangre del cordón umbilical tiene aplicaciones médicas.

Provista de un apoyo federal de 3 millones de dólares para mejorar las necesarias donaciones para minorías, está trabajando con programas de radio y televisión en español que en unos pocos meses empezarán a informar a las mamás acerca de sus opciones y sobre los hospitales que admiten donaciones.

Su mensaje: "A menos que usted tenga un familiar con cáncer, es improbable que necesite jamás esa sangre almacenada, y si la dona prestará un servicio a la humanidad". Los bancos privados tienen almacenadas unas 400,000 unidades.

¿Cuál es la controversia? Decidir quién necesita realmente almacenar la sangre del cordón umbilical de su propio recién nacido para su posible uso posterior. El almacenamiento privado cuesta de 1,500 a 1,900 dólares por adelantado, y unos 125 dólares por año de allí en adelante, aunque algunos ofrecen programas especiales para familias de menores ingresos.

Las pautas publicadas el mes de febrero pasado por la Academia Estadunidense de Pediatría aconsejan:

-Los padres deberían considerar el almacenamiento privado sólo si un hermano mayor tiene cáncer o determinadas enfermedades genéticas que se haya demostrado son tratables con la sangre del cordón umbilical.

-Todos los demás deberían considerar donar la sangre del cordón umbilical de sus recién nacidos. Las probabilidades de que un niño necesite una infusión de su propia sangre más adelante en la vida son escasas, entre una en 1,000 y una en 200,000.

Los bancos privados disienten aduciendo que a medida que los científicos aprendan más sobre las células troncales, la sangre almacenada podría facilitar tratamientos personalizados para las enfermedades cardíacas u otras dolencias mortíferas más comunes.

"Eso es todavía muy experimental", replica el Dr. Mitchell Cairo del Centro Médico de la Universidad de Columbia, coautor de las nuevas normas.

Asimismo los médicos ni siquiera están seguros de que la sangre pueda seguir usándose después de haber estado almacenada durante décadas.

En febrero también un grupo de médicos en Illinois reportó el primer éxito aparente en el tratamiento de la leucemia de un niño con su propia sangre del cordón umbilical, algo que era habitualmente imposible porque esa misma sangre suele ser portadora del defecto genético desencadenante del cáncer. (AP)

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