El gran comediante "comunista"
Nació en Londres, Inglaterra, el 16 de abril de 1889, según dijo él mismo porque en ningún sitio consta documentación oficial de su nacimiento. Su madre fue una actriz de teatro que vio truncada su carrera debido a que padecía esquizofrenia. Su padre era alcohólico, por lo que la familia vivía sumida en la terrible pobreza urbana de esa ciudad a finales del siglo XIX. Creció rodeado de actores del music-hall, donde su padre fue un cantante. Poco después de su nacimiento se va el papá y Charlie y su hermano Sydney quedan al cuidado de su madre, pero ésta, debido al fracaso y falta de dinero ve trastornada su salud mental, lo cual la obliga junto con sus hijos a pasar largos períodos de tiempo en un asilo.
Los comienzos
Charles, con su hermano Sydney, dos años mayor, heredaron el talento artístico de la familia. Cuenta el propio Charlot que su primera aparición pública fue a la edad de 5 años, sustituyendo a su madre en un teatro londinense. Allí empezó a trabajar como actor infantil, y recibió buenas críticas. Mientras, su hermano, que se había convertido en una de las estrellas del grupo cómico de Fred Karno, convenció a éste de que contratara a su hermano. Posteriormente Karno lo envió de gira por Estados Unidos, a comienzo de la década de los años 1910.
El cine
Con estas giras, le ofrecieron un contrato y se fue a California, donde descubre el mundo del cine, y pronto recibe propuestas que lo llevan a probar suerte en Hollywood. En la meca del cine ya tenía buena reputación como comediante y pronto se encontró protagonizando películas que tuvieron un éxito inmediato. En su primera película, Charlot periodista, todavía no tenía la imagen que le caracterizaría siempre, pero ya en la segunda, Carreteras sofocantes, en 1914, llevaba su indumentaria de vagabundo.
En todas sus posteriores películas interpretó a un vagabundo que buscaba mejorar su vida sin conseguirlo nunca. La población que buscaba el «sueño americano» se identificaba con estas historias y las aventuras del vagabundo tuvieron éxito continuo durante más de diez años, aunque el personaje fue evolucionando.
En 1921 rodó El chico (The Kid, 1921), que acabó por convertir a Charlot en uno de los íconos, no ya del cine, sino de la historia. Este largometraje es una de las piezas más fascinantes en la historia del cine y sin duda la mejor que haya realizado Chaplin. La película tiene como eje central la importancia del amor humano, los afectos y como siempre una alta crítica social. Cuenta la historia de un hombre que decide criar a un bebé que fue abandonado por su madre. La relación entre los dos es enternecedora, a tal punto que lleva al espectador al llanto. Esta cinta fue muy importante para él porque en ella buscó mostrar lo que había sido su propia infancia.
Siendo ya millonario, regresó a Europa con el fin de sacar a su madre del sanatorio mental donde estaba recluida y llevársela a América. Pese a esto, ella nunca sería consciente del triunfo de su hijo debido a su estado mental.
El cambio al sonoro
Chaplin fue renuente a abandonar el cine mudo, por lo que sus películas perdieron un poco el atractivo frente a las nuevas producciones sonoras que empezaron a producirse a finales de los años 1920. No quería que su personaje, Charlot, que había creado con tanto trabajo, hablara, porque pensaba que eso lo estropearía. De manera que el “vagabundo” nunca habló en una película, ni siquiera en Tiempos modernos donde el resto del elenco sí lo hace.
Chaplin y el Mccarthismo
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial se desató en EEUU una «caza de brujas». Este fenómeno consistió en una política estatal que perseguía a los "comunistas" estadounidenses con la excusa de proteger la seguridad nacional, y aunque nunca declararon ilegal al Partido Comunista de Estados Unidos, sí era “ilegal” la vida de quien fuese o pareciese ser comunista, lo que suponía un atentado en contra de los derechos civiles de los ciudadanos. Chaplin, que ya había tenido muchos problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas, y en general con los tribunales norteamericanos, debido a sus ideas progresistas exhibidas públicamente en todos sus cortometrajes y en muchas de sus películas, como Tiempos modernos o El gran dictador, sufrió esta “cacería”.
El exilio
En el año 1947, ese comité empezó a presionar a la fiscalía general de Estados Unidos para que deportaran a Chaplin.
El 17 de septiembre de 1952, cuando el actor y su familia intentaban viajar en barco para asistir al estreno de Candilejas, en Europa, la fiscalía ordenó a migración retenerlos hasta que las leyes norteamericanas decidiesen si debían ser expulsados. Lo acusaron formalmente de “pertenecer al Partido Comunista, así como de graves delitos contra la moralidad y de formular declaraciones que demuestran una actitud hostil y de menosprecio hacia el país gracias a cuya hospitalidad se ha enriquecido”.
Últimos años
En abril de 1953, Chaplin se estableció en Suiza. En 1957, rodó una película en la que parodiaba a EEUU y a la paranoia que le llevó al exilio, Un rey en Nueva York.
Regresó a Hollywood dos décadas después, ya convertido en un anciano, para recibir el que sería su segundo premio Oscar (1972), y que muchos interpretaron como un intento de reparación de todos los daños que le habían causado (si bien ya había obtenido un Oscar Especial por su película El Circo). En reconocimiento de sus destacados méritos fue nombrado caballero por la Corte Real británica y se convirtió en Sir Charles Chaplin (1975). Finalmente este humilde hombre que había cambiado el cine para siempre recibió una pizca del reconocimiento que se merecía.
En los últimos años de su vida se mantuvo alejado del mundo en su mansión de Suiza, donde el 25 de diciembre de 1977, a la edad de 88 años, falleció mientras dormía.
http://es.wikipedia.org/wiki/Charlie_Chaplin
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