Gabriel García Márquez (Colombia, 1927)
(El pasado 6 de marzo cumplió 80 años)
Fragmento de su artículo Se necesita un escritor (El País, 6 de octubre de 1982).
Una buena prueba del sentido casi bárbaro del honor profesional lo es sin duda esta nota que escribo todas las semanas... La escribo todos los viernes, desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, con la misma voluntad, la misma conciencia, la misma alegría y muchas veces con la misma inspiración con que tendría que escribir una obra maestra. Cuando no tengo el tema bien definido me acuesto mal la noche del jueves, pero la experiencia me ha demostrado que el drama se resolverá por sí solo durante el sueño y que empezará a fluir por la mañana, desde el instante en que me siente ante la máquina de escribir. Sin embargo, casi siempre tengo varios temas pensados con anticipación, y poco a poco voy recogiendo y ordenando los datos de distintas fuentes y comprobándolos con mucho rigor, pues tengo la impresión de que los lectores no son tan indulgentes con mis metidas de pata... Mi primer propósito con estas notas es que cada semana les enseñen algo a los lectores comunes y corrientes, que son los que me interesan, aunque esas enseñanzas les parezcan obvias y tal vez pueriles a los sabios doctores que todo lo saben. El otro propósito -el más difícil- es que siempre estén tan bien escritas como yo sea capaz de hacerlo...
... [Esto] se convirtió en un compromiso con los lectores, y hoy es un laberinto de espejos del cual no consigo salir. A no ser que encontrara, por supuesto, al escritor providencial que saliera por mí. Pero me temo que ya sea demasiado tarde, pues las tres únicas veces en que tomé la determinación de no escribir más estas notas me lo impidió, con un autoritarismo implacable, el pequeño argentino que también yo llevo dentro.
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